CARL ROGERS - Psicoterapia enfocada en el cliente.

 Por:  Camila Flores.  Román Molina. Eslí Telona. Renata González.

Grupo 300.

Carl Rogers (1902-1987)



Biografía.

Este reconocido psicólogo humanista nace un 8 de Febrero de 1902 en Illinois, en el seno de una familia protestante fundamentalista de buena posición económica. De niño, se le describe como introvertido, pues casi no convivía con sus compañeros de escuela y prefería estudiar cada libro que se le presentase, esto considerando que siempre fue bien dotado académicamente, se sabe que no era un deportista ni tampoco tenía consulta agresiva, Además de que tuvo una infancia solitaria y una Adolescencia llena de logros académicos y cercanía familiar.

Estudió en la universidad de Wisconsin con la intención desde sacerdote, sin embargo, en 1922 viajó a China para asistir a una conferencia de la federación mundial de estudiantes cristianos en Pekín, visitando otras partes del país y distintos países del resto de Asia, lo cual provocó en el un despertar psicológico, atenuando su fundamentalismo religioso heredado de su familia.

Posteriormente, en el año de 1924, contrajo matrimonio con Hellen Elliot, una amiga de la infancia, con la cual se mudó a Nueva York con la intención de continuar sus estudios en el Teacher´s College de Columbia.

En cuanto a su trayectoria laboral, Rogers comenzó trabajando centro de orientación infantil, en el cual no había lineamientos para los terapeutas, solo se les pedía que sus servicios fueran de utilidad para el trabajo requerido. Durante años posteriores, el interesado en el estudio del aprendizaje y el desarrollo de los jóvenes, sobre lo que escribió varias obras como “Libertad para aprender en la década de 1980” (1983).

Por otro lado, es de vital importancia mencionar que se le considera el padre de la psicología humanista junto con Abraham Maslow, pues, entre otras cosas, participó en el establecimiento del Centro de Estudios de la Persona, institución dedicada a profesionales que brindan terapia, el cual dirigió hasta su muerte en el año de 1987, cuando el autor tenía 85 años.

Conceptos importantes.

Asimismo, y como el lector podrá imaginarse, Rogers, al ser uno de los autores más reconocidos en el campo de la psicología humanista, desarrolló diversas teorías y estudios que representan la base del humanismo tal y como lo conocemos en el día de hoy.

Las grabaciones de sus sesiones fueron una innovación que trajo consigo y que sin duda fue un parteaguas para futuras prácticas en el ámbito terapéutico. Aunque la sociedad de psicólogos de la época no estaba de acuerdo y criticaba sus prácticas, Rogers logró filmar y analizar cientos de sesiones que posteriormente le ayudaron a formular la ya conocida terapia centrada en el cliente. También conocida como Counselling, la terapia centrada en el cliente se caracteriza por ser un modelo de intervención de corte humanista que busca cimentar una relación de alianza terapéutica entre el paciente y el psicólogo.

TERAPIA CENTRADA EN LA PERSONA. 
Anteriormente, el autor solía practicar la terapia centrada en el cliente, sin embargo, posteriormente cambia el término a persona, argumentando que esta última es quien toma las decisiones que considera necesarias Para lograr un avance Y obtener el servicio que no puede brindarse a sí mismo, contando con la capacidad innatas para entender su propia situación.

De forma más detallada, su método se basaba en las tendencias del individuo al crecimiento, la salud y la adaptación, usando la terapia para crear un medio que permita a la persona recuperar su curso normal de desarrollo, tomando en cuenta tanto las emociones placenteras como displacenteras.

Por otro lado, el psicólogo considera que el terapeuta debe reunir ciertas cualidades personales y herramientas profesionales para brindar un servicio adecuado a cada persona, diciendo que:

"Estas facultades se tornan eficaces cuando el terapeuta logra establecer una relación cálida, abierta y comprensiva, esta última siendo la disposición y la capacidad de entender las ideas, emociones y los conflictos del cliente desde su propio punto de vista; la capacidad de ver las cosas a través de los ojos y el marco de referencia del cliente" (959,p.211). 
 
De esta manera definiendo a la relación terapéutica como una experiencia de crecimiento.

EL CONOCIMIENTO. Para Rogers existen tres tipos de conocimiento por los cuales el ser humano se adapta y comunica; estos tres tipos de conocimiento son el subjetivo, el objetivo y el interpersonal. 


El subjetivo se caracteriza por estar basado en hipótesis dadas a partir de experiencias interiores. Por otro lado, en  el conocimiento objetivo las hipótesis coexisten en un medio social a través de la confrontación y de la verificación del medio externo. 

Por último, el saber interpersonal o fenomenológico, es el cual nos permite tener acceso a la subjetividad de otra persona.


SELF Y SELF IDEAL.

Para Rogers el self (la estructura del sí mismo) es un aspecto que no controla directamente la conducta del individuo por sí sola, sino el total de una persona con su totalidad, o un autoconcepto representando patrones consistentes y organizados de las percepciones de la persona. Es uno de los aspectos de la experiencia de las personas acerca del mundo que les rodea, donde en esta una persona llega a percibir desde objetos a experiencias externas así otorgándoles un significado a cada una, siendo así clasificada por él como una estructura de nuestra personalidad. Lo que se puede entender como el self real consta principalmente de cómo es que la persona ve su mundo actual, su realidad, mientras que el self ideal para Rogers sería el autoconcepto de cómo al individuo busca una realidad de aspiración, a través de percepciones y significados relevantes para el individuo. En sus sesiones, Rogers solía representar estos aspectos al escuchar atentamente a sus pacientes en torno al self al plantearse problemas desde no sentirse ellos mismos o inconformidades con su persona, lo que enfatiza el desarrollo y planteamiento del self como una estructura psicológica clave.



Frager, R. & Fadiman, J. (2010) Teorías de la personalidad. Editorial: Alfaomega. 6ta edición. pp-314-333.



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