ERIC BERNE- Análisis Transaccional.

  Por: Camila Flores.  Román Molina.  Renata González.  Eslí Telona.

Grupo: 300

Eric Berne. (1910-1970)

Biografía.

Eric Leonard Bernstein, fue un psicólogo Canadiense nacido en la cuidad de Montreal, en el seno de una familia judía polaca-rusa, constituida por su padre médico su madre escritora. 

Para el año de 1935, Berne se graduó como médico y se trasladó a Estados Unidos para ahí adoptar su apellido abreviado y comenzar a trabajar con el psicoanálisis junto a Paul Federn y posteriormente con Erick Erickson, dejando ver su gran interés por conocer la personalidad de los individuos, hasta que finalmente se separa de la disciplina psicoanalítica para dar vida a su obra más importante, es decir, el Análisis Transaccional.

Fallece el 15 de Julio de 1970 en California, Estados Unidos, donde vivió la mayor parte de su vida después de dejar Canadá.

Análisis Transaccional.

Antes de entrar de lleno en los aspectos que le dan forma a esta teoría, es necesario comprender el concepto de análisis o terapia transaccional, el cual se define como "el análisis de los intercambios que se desarrollan entre las personas al interactuar unas con otras" (Castanedo. C. 2008)

Esta terapia se concentra en la personalidad del individuo, esto desde un enfoque racional y sencillo, lo cual facilita el entendimiento del comportamiento de las personas tanto en la forma en que construyen relaciones interpersonales, como en la manera en que se relacionan internamente con ellas mismas, todo esto partiendo de la premisa de que todas las personas tienen la capacidad para aprender a confiar,  y pensar en sí mismas, además de tomar sus propias decisiones.

Asimismo, es necesario mencionar que, según el propio autor, el Análisis Transaccional le proporciona al individuo, herramientas para satisfacer sus necesidades superiores, como el amor, afecto, el amor propio, la confianza en sí mismo y la autonomía, todo desde un enfoque humanístico, ético y armónico, que alienta al individuo a buscar el crecimiento emocional, mental, social y espiritual.

A continuación, se abordarán algunos puntos fundamentales para poder comprender totalmente este tipo de terapia y su estructura.

Estructura Dinámica de la Personalidad.

La manifestación del comportamiento individual se da a través de diversas formas que el ser humano experimenta a través de los estados del Ego; niño, adulto y padre. Estos estados se caracterizan por corresponder a un sistema de emociones y de pensamientos que estructuran patrones de conducta manifiestos en la fenomenología operacional.

Para entender de mejor manera las tres fases del estado del ego, nos podemos apoyar de tres conceptos esenciales:

-Arqueopsiquis Las vivencias experimentadas en la niñez se manifiestan en el adulto a través de las sensaciones y emociones, por lo tanto es un proceso mnémico.

-Extereopsiquis Las leyes que rigen el mundo externo se interiorizan y se apropian con el fin de estructurar un patrón de conducta acorde al Ego padre.

-Neopsiquis El individuo busca probar su realidad a través del saber y la estimación, por lo que esta en constante búsqueda de la racionalización de los fenómenos circundantes. Es propio del Ego adulto.

Análisis Estructural de la Personalidad.

Con el fin de explicar la estructura de la personalidad de un individuo, Berne plantea lo que conocemos como Los estados del ego, estudio que puede ser entendido como:

El patrón coherente de sentimientos y experiencias relacionados con el patrón coherente de conducta correspondiente. Cada Estado del Ego está definido por una combinación de sentimientos, experiencias y conductas típicas de cada Estado del Ego y se muestran consistentemente unidas. Las señales que componen cada Estado del Ego como un sujeto se muestran consistentemente juntas. (Castanedo, C. 2008.p-116)

Dentro de esta estructura, encontramos tres pilares que le dan sustento a la teoría, pues se plantea que los tres estados se encuentran activos en todo momento dentro del individuo, pero que tienden a resaltar en mayor o menor medida dependiendo de la situación en que se encuentre cada persona. Los estados del ego son:

1. Estado del Ego Padre.

Definido como el conjunto de "grabaciones" de las figuras parentales, las cuales se desarrollan a partir de los 5 y hasta los 8 años, ya que el niño absorbe aquellos comportamientos verbales o no verbales de sus padres y los asimila, para después reproducirlos en otros ambientes, como la escuela, su grupo de amigos, el futuro ámbito laboral, etc. 

Considerando lo anterior, el mismo autor dice que en este Estado, el individuo "siente, piensa, actúa, habla y responde igual que lo hacía su padre o su madre cuando él era pequeño" (Castanedo, 2008, quien cita a Berne, 1947)

Como podremos imaginar, la función del "padre" es transmitir la tradición al hijo de manera dogmática, pero sin dejar de lado su calidez y su lado permisivo y alentador del crecimiento y bienestar del niño. Aunque es muy común ver a un padre crítico, hay que saber diferenciar entre la crítica positiva y la ausencia de ella, pues un padre ausente, puede causar el desarrollo de irresponsabilidad en el hijo.

2. Estado del Ego Adulto.

Este segundo pilar de la teoría de Berne corresponde a la realidad interna y externa de la persona, expresada de manera lógica y racional en el momento presente, esto debido a que las mayores preocupaciones del adulto corresponden a la necesidad de comprender y manipular el proceso de transformación de estímulos en información y la clasificación de los mismos según las experiencias acumuladas.

"El Estado Adulto del Ego es un conjunto independiente de sentimientos, actitudes y conductas que están adaptados a la realidad en curso y no están contaminados ni por prejuicios paternos, ni por actitudes arcaicas que se remontan a la infancia." (Castanedo, 2008, p-118, quien cita a Berne, 1947) 

A diferencia de lo que se podría pensar, el ego adulto aparece cuando el niño tiene tan solo 10 meses de vida y comienza a ser un poco más autónomo en algunas actividades diarias; dicho ego se desarrolla a los 7 años de vida, pues es a esa edad cuando aparece el pensamiento lógico concreto, lo cual le permite procesar las experiencias pasadas vividas por el adulto de sus primeros meses de vida, los datos adquiridos por la situación social actual  y sus valores, así como por la sensaciones y emociones del niño, factores que a su vez, ayudan a que el individuo pueda reflexionar, tomar decisiones y encontrar las respuestas ante cada situación que le presente la vida, siempre estando en el aquí y ahora.

3. Estado del Ego Niño. 

Dentro de este Estado del Ego, podemos encontrar las necesidades, emociones y pulsiones del individuo. Es lo biogenético y todo el bagaje de experiencias y sentimientos vividos en los primeros años de vida en contacto con los padres y personas mayores con quienes compartía su entorno.

Este estado aparece desde el nacimiento y es considerado por Berne como una reliquia para el desarrollo del individuo, ya que funge como archivo de vivencias que pueden ser de utilidad en el futuro de la persona, como viejas pautas de adaptación, reglas sociales, etc.

"Las funciones del Niño emergen de la biología y de la vitalidad innata, en busca de la satisfacción de las necesidades orgánicas: emociones naturales como la alegría, el afecto, el miedo, la tristeza y la rabia; los impulsos primarios como comer, gozar de la vida; satisfacer la curiosidad, y la creatividad" (Castanedo, 2008. p-119)

Cabe mencionar que, el Niño del individuo se ve altamente influenciado por la sociedad en la que desenvuelve desde el momento en que nace, la cultura de sus padres, etc.

 Todo lo anterior puede observarse en el siguiente cuadro. (Castanedo, C. 2008 p-120)

Posición Existencial.

Dentro de lo que Eric Berne establece sobre las posiciones existenciales podemos decir que todas las personas poseen una percepción respecto a si mismas, de las otras personas y del entorno que los rodea. Estas posturas se originan a partir de la experiencia de vida de cada individuo que va adquiriendo a lo largo de su vida. Y Eric Berne las divide en 4, las cuales son:

“Yo estoy bien, tú estás bien” es la posición donde el niño recibió refuerzos positivos como amor, atención, afecto, etc; por parte de sus progenitores o figuras significativas. Estas personas son capaces de resolver problemas de manera creativa y de forma que los ayude a ellos a crecer, son personas realistas que tienen interés por los demás y a esta posición se le dice que es la “personalidad sana”

“Yo estoy bien, tú estás mal” es una posición donde el individuo llega a sentirse perseguida o como una victima y esto pudo ser ocasionado por agresiones de la infancia, culpan a los demás por sus fracasos y conforme pasa el tiempo puede que estos se vuelvan los mismos agresores. Esta posición puede ser tomada de ejemplo en criminales, lo que provoca que esta conducta se vuelva una postura paranoide y es proyectiva.

“Yo estoy mal, tú estás bien” es una posición adoptada por aquellas personas que recibieron mensajes negativos o desalentadores, lo que los lleva a construir una baja autoestima creyendo que son inferiores a los demás y esto repercute en el desarrollo de su autoestima, generalmente estás personas se aíslan de los grupos sociales, suelen sufrir de depresión y en casos extremos al suicidio y esta posición es introyectiva.

“Yo estoy mal, tú estás mal” esta posición ocurre cuando las personas sufrieron de abandono o mensajes de desinterés y desconfianza durante su infancia, ellos consideran que no están bien y tampoco los otros. Suelen tomar una posición de desinterés, pérdida por el sentido de la vida y en casos graves recurren a cometer homicidio, suicidio o ambas. 

Lo anterior se puede observar en el siguiente cuadro. (Castanedo, C. 2008. p-153)

Conclusiones.

Para cerrar con el presente escrito, podemos decir que Eric Berne le dio al mundo una nueva manera de estudiar la personalidad, tomando en cuenta elementos que hemos visto en otras teorías, pero que se habían planteado de maneras distintas, como es el caso del psicoanálisis, en el cual, Freud dejaba caer toda la culpa a los padres, respecto al comportamiento del paciente, al contrario de Berne, quien, si bien, le otorga responsabilidad a los padres del comportamiento de los hijos, sobre todo dentro de los estados del ego, dicha responsabilidad se reparte con el paciente mismo y con la sociedad que lo rodea.

Finalmente, se espera que la información aquí desglosada, sea de ayuda al lector para comprender el Análisis Transaccional y para enriquecer su conocimiento sobre Eric Berne.