TEORÍA DE LA PERSONALIDAD DE SULLIVAN.

 Por: Camila Flores.  Román Molina.   Esli Telona.                                                            

Teoría interpersonal. 

Su autor, Harry Stack Sullivan (1892 -1949), fue un médico de la Primera Guerra Mundial que creó la orientación interpersonal del psicoanálisis y que buscó aplicarla en terapias dirigidas a esquizofrénicos.


Dentro de sus aportes más sobresalientes, se encuentra la Teoría de relaciones interpersonales, la cual se centra en explicar la manera en que la personalidad de un individuo se desarrolla en función de aspectos tanto orgánicos, como socioculturales, pues según Sullivan, quien es citado por Cueli (1990) “Todo lo que hacemos es resultado del orden social en el que vivimos” afirmación que cobra fuerza al considerar el hecho de que los individuos pueden llegar a desplazar sus necesidades biológicas, por complacer las sociales.


Ligado a lo anterior, Sullivan menciona dos motores del comportamiento humano, siendo estos el afán de satisfacción, el cual hace referencia a las necesidades biológicas del individuo, seguido del anhelo de seguridad, definido como el resultado de los procesos culturales a los que se ve sometido el sujeto desde la infancia, cuando sus padres y otras personas cercanas le transmiten dichas influencias culturales y controlan su actuar en sociedad conforme va creciendo.


Asimismo, el autor hace énfasis en la forma en que las relaciones interpersonales se encuentran presentes en todos los aspectos de nuestras vidas, puesto que toman lugar dentro de los sueños y por supuesto, en los procesos psicológicos, como son, la memoria, el pensamiento, el lenguaje, aprendizaje, entre otros muy importantes para el desarrollo integral de cada uno de nosotros. 


Cabe resaltar que, Sullivan describe a la ansiedad como la motivación constructora del self, concepto que se explicará más adelante. Por ahora, lo que llama la atención es que la ansiedad puede ser producida tanto por la llamada euforia, entendida como la falta total de tensión, y por la tensión, la cual es un producto del conjunto de necesidades orgánicas y sociales de las cuales somos acreedores, además de que dicha ansiedad puede presentarse de dos manera distintas, que son las siguientes:


  • Ansiedad productiva: Es ligera, no inmoviliza la acción del individuo.

  • Destructiva: Es intensa, al contrario de la anterior, esta sí inmoviliza o imposibilita la acción humana.


Posteriormente, se retoma el concepto anteriormente mencionado, el self, entendido como el resultado de la ansiedad, que mantiene seguro al sujeto, libre del sistema de tensiones desarrollado a lo largo de las distintas etapas de desarrollo, el mismo sistema que comparte con sus semejantes y el cual limita su comportamiento impulsivo, orientándolo a conductas socialmente aceptables. Asimismo, es importante recordar que el self no necesariamente es real, pues se conforma por lo que es socialmente observable.


Por último, pero no por ello menos importante, Sullivan postula su teoría de las etapas del desarrollo, que son siete:


  1. Infancia (0-2 años): Inicia con el nacimiento y termina con la aparición del lenguaje articulado, existe una dependencia total de los padres y cabe destacar que la zona corporal mas importante en este periodo es la boca, debido a que por esta entra el alimento dado por el pecho de la madre. En esta etapa las experiencias interpersonales se ven limitadas al contacto con la familia y la alimentación.
  2. Niñez (2-5 años): Inicia ante la aparición del lenguaje y termina cuando surge la necesidad de tener compañeros de juego, pues recordemos que el niños entra a la escuela y descubre el juego simbólico. Las personificaciones son pilares para las relaciones interpersonales durante este periodo, aunque también se puede presentar un aislamiento del niño al creer que el mundo está contra él.
  3. Etapa juvenil (5-11 años): El infante se encuentra en la primaria y entra en la fase genital del desarrollo, ya sea que se encuentra dormida o latente. El desarrollo del self evoluciona y el niño comienza a ser consciente de sus necesidades y controles internos, se siente fascinado por los símbolos y comienza la socialización como principal elemento de las relaciones interpersonales.
  4. Preadolescencia (11-13 años): Para esta etapa, el niño se encuentra cursando la secundaria y la zona genital comienza a tomar importancia en su vida, esto aunado a que su sistema del self aún está en desarrollo y estabilización, lo cual puede general muchas confusiones para el individuo, quien siente la necesidad de pertenecer a grupos sociales o ser reconocido por sus pares, reflejándose en la multitud y adoptando un sentimiento de independencia que aún es confuso.
  5. Adolescencia temprana (15-17 años): Es generalmente la época de la preparatoria y se entiende que la zona corporal predominante es la genital, permitiéndoles entablar relaciones orientadas a lo sexual, ya sea con personas del sexo opuesto o del mismo sexo.
  6. Adolescencia tardía (17-primeros 20´s): El individuo se encuentra en la universidad, su cuerpo es maduro, al igual que su self y al igual que en la adultez, sus experiencias son sintácticas. Además, sus relaciones interpersonales tienden a ser más duraderas, siendo miembro activo en diversos grupos sociales.
  7. Adultez (20 años en adelante): En esta etapa, la mayoría de las personas comienza a tener hijos si el cuerpo es totalmente heterosexual y el self se estabiliza por completo. Asimismo, sus experiencias son simbólicas y sus relaciones interpersonales demuestran que es un animal social, independizado de sus padres.

En conclusión, Sullivan es un autor que aporta mucho a la teoría de la personalidad y las relaciones interpersonales, siendo de mucha ayuda para entender la forma en que el individuo se comporta dentro de la sociedad y las repercusiones para este y las personas que lo rodean.



Referencia:

Cueli,J. (1990) Teorías de la personalidad. Editorial Trillas. Primera edición. México. pp.132-140


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